Mención 7º Concurso Sin Presiones: “Carta para mis hijos “

Carta para mis hijos

   mano_escribiendo_mini2Esta carta que escribo es para mis tres hijos, L., A. y J. Ojalá cuando crezcan y sean adultos jóvenes como yo en este momento, les sirva para entender algunos momentos de su infancia, que les deben haber resultado difíciles.

  Es diciembre de 2013 y este año no hay ningún regalo para Navidad, apenas lo justo para hacer una cena, o menos. Trato de poner buena cara en la mesa pero la preocupación por los próximos meses, y la tristeza me vencen y ustedes no entienden porque son muy chiquitos, y algunos temas de adultos son tan complicados de explicar… Llevamos seis meses de conflicto gremial con una “patronal” (si es que se puede llamar así al TSJ) que nos ha ido apretando cada vez más, negándonos el derecho a negociar al descartar de plano cada uno de nuestros reclamos. Todos estamos tensos, ir a trabajar es angustioso porque justamente QUEREMOS TRABAJAR, y en estas condiciones no podemos hacerlo. Nos sentamos en asamblea a escuchar cómo la prensa y la sociedad entera nos trata de vagos, nuestros jefes nos reportan a diario, la amenaza de sumario está presente cada día con más fuerza.  Este diciembre me descontaron dos paros, así que este mes no puedo cubrir ni los gastos básicos.

  Por eso escribo esta carta, como una forma de vaciarme de la bronca y para explicarles  a ustedes cómo son las cosas. Lo que duele tener que ver cómo los compañeros, despreciando el sacrificio personal  que venimos haciendo muchos de nosotros, por tantos meses, han decidido borrarse. Es una vergüenza, y sobre todo una tristeza, la falta de apoyo hace unos días a la toma de Tribunales I de Córdoba. Creo que como trabajadores podemos estar enojados, hartos, y quejarnos de todo lo que el gremio hizo mal; yo personalmente siento mucha bronca por su incapacidad de avanzar en la negociación, pero si vemos que se mueven, que hay una reacción extrema de la conducción para demostrar que seguimos resistiendo, si vemos que quedan un montón de compañeros encerrados en el edificio reclamando por los derechos de TODOS los judiciales, cómo se puede ser tan mierda de haber mirado para otro lado? Los que esa noche de la última toma estábamos afuera apoyando, éramos en su mayoría de sedes del interior. Dónde estaba la gente de Córdoba capital? Tenían que recorrer cuánto, 20 cuadras hasta tribunales? Esa noche sentada en la vereda viendo la puerta de Tribunales iluminada, y los compañeros adentro resistiendo, pensaba… alguna vez imaginaron los empleados de tribunales, ésta realidad  de nuestra justicia mientras estudiaban en la facultad? Y se llaman a ustedes abogados? Cuando no son capaces de defender  sus propios derechos como trabajadores! Y es que cuando se acaba el circo divertido de marchar con las banderas y el bombo  por la calle, y son las 2 de la mañana y se escucha la pregunta: quiénes están dispuestos a entrar?  Y ves que sólo se levantan 10 manos, sentís cómo  te empiezan a correr las lágrimas calientes de bronca y de impotencia por la cara, porque entendés que se acabó la lucha. Que nos vencieron.  Tendrían que haber sido 100 manos por lo menos, carajo… Por qué fracasó el reclamo?  Porque no hay suficientes compañeros dispuestos a jugarse por los demás, porque nos están cagando de todas las formas posibles y seguimos dudando.

  A los compañeros que se borraron, no me queda más que desearles resignación, sigamos laburando como perros por dos mangos, hagamos el trabajo de los funcionarios con nuestros sueldos de empleados,   dejemos de comer por una semana al mes para compensar los descuentos q nos está haciendo la patronal,  hasta el año, y por el monto que se le dé la gana, etc . Quizás no es mucho, pero a mí me queda  la conciencia  tranquila de haber cumplido todas las medidas de fuerza, cada uno de los paros, asambleas y trabajo a código, haber peleado, y haber encontrado un compañerismo y una unidad en nuestra sede del interior que, se nota, falta en la capital.

  Para los empleados de la Justicia de Córdoba en éste 2013, lamentablemente no hay justicia. Y esto que me toca vivir como trabajadora y me tiene tan mal hace meses,  ojalá sirva para enseñarles a ustedes, mis hijos- que sin querer aguantan las consecuencias- a ser personas íntegras, honradas, y sobre todo solidarias, en cualquier ámbito que les toque. Ojalá que no se salven solos nunca, y que siempre tengan el valor de tomar partido.  Yo sé que no es poco lo que pido… sé que esta idea va en contra del instinto primario del ser humano de sobrevivir, de conseguir cosas para uno, de pasar por la vida suavemente sin complicársela demasiado… les pido perdón hijitos si al educarlos en esta austeridad y el mirar siempre al otro, les estoy haciendo la vida difícil. Ojalá ustedes se llenen de preguntas y cuestionen todo, desde mis ideas de madre hasta las de cualquiera, sea maestro, amigo, jefe. Y que después de cuestionar todo, decidan qué tipo de persona, amigo, compañero de trabajo, subordinado, superior, etc, quieren ser.

Ojalá que decidan no salvarse solos, nunca…

SEUDONIMO:  USIKU

Maria Gracia Cabral -Trabajadora Judicial- Villa María Pcia. de Córdoba – 2016 -

Del Jurado:  Mujer, madre, sindicalista, concientizadora. Enseñando se comienza a construir futuro decía Paulo Freire, este relato lo expresa y lo sintetiza.

Una definición de vida expresada en la frase para sus hijos, “… a ser personas íntegras, honradas y sobre todo solidarias…Ojala que no se salven solos nunca.. Y que siempre tengan el valor de tomar partido.” 

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