Indignados I

Publicamos a continuación una nota que hemos recibido desde España, de uno de los lectores de nuestra web. Su publicación no lleva implícito el acuerdo o no, en todo o en parte con ésta; lo hacemos valorando la frescura de su valor testimonial.

Indignaos! Notas desde el exilio

por Lorena Saletti Cuesta

Sin duda las palabras de Stéphane Hessel (1) en su libro “¡Indignaos!” han calado a fondo en la sociedad española. Su alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica llama a la juventud española al compromiso y a la resistencia.

Muchos años han pasado de esa España republicana, referente anarquista, o de lucha y resistencia contra la dictadura franquista, todas ellas sin duda experiencias positivas y transformadoras en cualquier sociedad. Hace años que la juventud, con una identidad propia, no sale a la calle como protagonista activa de un proceso como el que está aconteciendo en estos días en España.

Todo comenzó en un contexto de crisis económica: tasa del paro por las nubes, recortes laborales, de derechos sociales, reforma de las pensiones, al que se añade la despiadada implementación de políticas neoliberales por parte de un gobierno autodenominado como socialista. Los principales sindicatos convocan dos huelgas, con poco impacto en todo sentido, y yo me preguntaba qué pasaba que la sociedad no se echaba a la calle.

Hasta el 15 de mayo. Para ese día una nueva plataforma llamada “Democracia Real Ya: No somos mercancía en manos de políticos y banqueros” (DRY) convoca a través de las redes sociales una manifestación en todo el estado español bajo esa consigna. Nadie sabía quién estaba detrás y qué significado tenían esas palabras. Acuden miles de personas y la manifestación se caracterizó por la capacidad de convocar principalmente a la juventud. DRY publica en su blog (2) un manifiesto que explica las bases del llamamiento en donde señalan que son personas corrientes de diversas ideologías pero que les une la indignación. Llaman a una revolución ética y pacífica, a tomar la calle en una manifestación ciudadana. Al finalizar la manifestación un par de personas en Madrid deciden acampar-okupar la plaza de Sol. Con esa decisión nace un nuevo movimiento: Las acampadas. La plataforma DRY apoya pero se desvincula rápidamente. Las acampadas se extienden por todo el país y copan las redes sociales, elemento de difusión fundamental que merece un análisis aparte.

El funcionamiento de las acampadas es asambleario y variable según cada lugar. Mi experiencia y relato surge desde la ciudad de Granada, la única ciudad que vivencia un desalojo y tres detenciones en la primera noche de acampada, días más tarde ocurre en Barcelona con mucha más violencia, sustracción de computadoras con información clave y más de 90 heridos.

Cada día la asamblea recuerda los mínimos para el funcionamiento asambleario, hay rotación de personas que moderan, organización en comisiones, gente que colabora con alimentos, bebidas, dando charlas, etc. Es muy bonito ver la organización y la participación. La participación es variable y para muchas personas es su primera experiencia en una asamblea.

Diversos movimientos sociales participan de forma activa pero nadie habla en representación de su organización, se ha producido una especie de escisión en donde cada movimiento ha apostado por la construcción en colectivo.

Es lo bonito de todo esto, el conocer las caras, las diversas luchas que se unen, la organización entre personas, sin intermediarios, horizontal (3)… Sin embargo hay muchos puntos de debate especialmente dentro de los colectivos ya organizados.

La relación con otros movimientos, el caso del movimiento feminista:

En Granada el primer debate de corte más político surgió a partir de una concentración contra la LGTBfobia organizada por colectivos feministas junto con organizaciones sindicales y políticas. El tema candente fue la presencia de estas organizaciones, en fechas pre electorales, justamente al lado de la acampada que se declarada a-partidaria. Pero el debate fue más allá y se trató en términos de “esa” lucha y la nuestra. Esta división fue el reflejo de cómo se articula la organización con otros movimientos que ya vienen organizados y a los que se no se les ha reconocido su importancia. Es el caso del movimiento feminista, entre muchos otros. Me interesa comentar el caso del movimiento feminista ya que es donde milito de forma activa.

En las acampadas pueden colgarse diversos lemas y en Madrid un grupo de mujeres había puesto “la revolución será feminista o no será” aludiendo a la postergación de las reivindicaciones feministas en casi todo proceso revolucionario, es decir se aplazan los reclamos y derechos de las mujeres ya que se los considera secundarios y que luego de “esta La revolución” vendrán con seguridad. En Madrid agredieron a las mujeres que colgaron el cartel con ese lema, ante esta situación se decide hacer un taller de “Feminismo para principiantes” que parece ha ido bastante bien incluso con repercusiones mediáticas y con un manifiesto concreto con reivindicaciones.

En otras ciudades también se realizaron estas comisiones pero la información que me ha llegado no es muy positiva ya que diversa gente se ha apropiado de ese espacio copándolo con reivindicaciones que no vienen al caso. Ello ha dificultado la posibilidad de pensar ese espacio y la organización propiamente feminista.

En Granada por el contario la estrategia feminista ha sido diferente. Hemos actuado desde el placer y las ganas de cada una y también hemos podido hacer cosas juntas como leer parte del manifiesto feminista de Madrid, reclamar el uso de un lenguaje no sexista (somos muchas y queremos ser nombradas) y participar en algunas comisiones.

Ya han pasado muchos días y nos debemos un debate profundo sobre el tema. Me queda un sabor agridulce, percibo bastante machismo por parte de gente que se declara de izquierdas, lo que me preocupa aun más, no hay un análisis de la articulación capitalismo y patriarcado (4), ni de por qué las crisis afectan más a las mujeres. Se pretende construir un discurso amplio, que abarque todo, desde la izquierda hasta la derecha, sin mirar quien está dentro, quienes conforman lo que ya está en marcha. Escuchaba en una asamblea: “queremos que se unan lxs inmigrantes, lxs homosexuales…” pero si ya estamos acá y no se han ni enterado!!

Creo que con decir estamos indignadxs es suficiente. La construcción de un discurso propio es un largo camino donde no todos los sectores son bienvenidos y donde a veces la insurrección pacífica y las reformas no son suficientes. Pero estamos andando y eso en un contexto inmóvil hasta ahora ya es mucho….Por suerte, continuará, eso espero!

1 Stéphane Hessel. ¡Indignaos! Barcelona: Ediciones Destino; 2011.

2 http://www.democraciarealya.es/

3 Recomiendo la lectura de: Jo Freeman. La tiranía de la falta de estructuras. Disponible en: http://www.nodo50.org/mujeresred/feminismos-jo_freeman.html

4 Puede leerse entre otras lecturas: Carole Paterman. El contrato sexual. 1995. Rubin Gayle. Tráfico de mujeres, Notas sobre la economía política del sexo. Nueva Antropología 1986: VIII n.30.pp 95-145.

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