Relato del 14° Concurso “Sin Presiones” Expresión Escrita de lxs Trabajadorxs

“La Pasión de René”

65511618-silueta-de-aviones-de-combate-militares-volando-en-una-formación-en-el-cieloEra el año 1972, cuando René terminó el secundario.

Llevaba una vida tranquila. Vivía con sus padres y para él era natural continuar estudiando así como también resolver cuándo trabajar, ya que quien buscara conseguía trabajo en cualquier momento.

No tenía muchas ambiciones y lo que poseía y hacía lo completaban dándole felicidad.

Era dueño de un tablero bien grande que le había preparado su tío cuando se lo encargó. Lo
atesoraba en su cuarto al tiempo que le daba intenso uso.

Sus días pasaban jugando al fútbol, reuniéndose con sus amigos del barrio y estudiando en la
facultad. Se describía como muy retraído y tímido atribuyendo éstas cualidades a su patología
visual. Llevaba unas lentes oscuras y miraba sin hacerlo. Su mirada no se posaba en la cara de
nadie. No sentía que lo discriminaran aunque él apostaba que lo hacían pero como no los veía, no
lo daba por hecho. No obstante eso estaba seguro que no se afectaba su vida social. Se rodeaba de
varias gentes en la Unidad Básica y en la Iglesia aunque sus convicciones no eran muy profundas en ninguno de esos espacios.

Por iniciativa de su madre, que sabía que él era un aficionado a la lectura de las matemáticas, casi
sin notarlo comenzó a dar clases particulares a quién necesitaba en la zona y también al que venía
de otros lugares. Dictaba su clase en la casa, se abocaba a ello. Terminaba la misma y…tarea
cumplida. Era muy protocolar. Enseñaba y el/la alumno/a se retiraba y punto.

En ese tiempo una familiar que trabajaba para una empresa y se dedicaba a la arquitectura le
sugirió (al ver lo bien que él dibujaba) que pudiera realizar planos también y entonces aceptó.

Estudiaba muy duro la carrera de Ingeniería Aeronáutica ya que él no hizo un secundario técnico.
Sabía que se demoraba más de lo esperable pero que era conveniente hacerlo a su ritmo para
entender.

Elaboraba planos con papel manteca, enseñaba matemáticas y las ganancias que tenía a él le
alcanzaban a pesar que no era mucho.

En 1975 ya había empezado a salir de novio.

Él pensaba, como la gran mayoría en esa época, que trabajando un tiempo sería probable comprar
un terreno porque todo el que lo hacía, lo podía lograr.

En el año 1976 decidió empezar a trabajar fuera de su casa entonces se presentó a rendir para
ingresar a la Fábrica de Aviones. Al mismo tiempo un conocido le consiguió una entrevista de
aspirante a un puesto bancario. Resultó que casi en simultáneo lo llamaron de ambos lugares y
aunque sabía que su padre podría recriminarle la elección…optó por los aviones.

Ese fue un año muy duro para gran parte del país. Una de esas tardes iba caminando una vez por
la calle General Paz y a medida que pasaba, los basureros explotaban esparciendo todo incluso
panfletos que seguro se pusieron allí con una bomba de estruendo. No estaban bien las cosas. Se
colocaban bombas, había muertos y se hablaba de terrorismo. Llegó el 24 de Marzo y se avisó del
Golpe Militar. Algunos conocidos con los que habló ese día le dijeron…” Menos mal…así se
termina todo esto”.

Aún las difíciles circunstancias lo convocaron para su primer trabajo formal. Empezó desde la
categoría más baja ya que no tenía título especializado en la rama y le faltaba para recibirse. Lo
primero que debió hacer fue dibujar circuitos eléctricos-electrónicos y esporádicamente la tarea
que algunos miraban con desdén pero a él le fascinaba que era viajar en el avión logístico hasta las
bases para entregar materiales aéreos.

Su primer sueldo fue de 1400 pesos A los meses de pertenecer a la empresa se compró la moto
que él soñaba tener.

No existía la computadora y todo se hacía a mano. Había un inmenso salón copado de ficheros y
cada equipo tenía una ficha más cada uno de los repuestos que ingresaban también una propia.
En esa década se introdujeron equipamientos con nuevas tecnologías entonces algunos operarios
viajaban a Inglaterra y a EE.UU para capacitarse dependiendo el área en la que estaban. En dónde
él prestaba servicios debía seguirse al pie de la letra las instrucciones de los manuales en inglés(los
que devoraba ya que tenía buen conocimiento del idioma) y le permitían armar y desarmar algún
equipamiento. Una vez que el inspector lo aprobaba se colocaba la máquina y si no se volvía a
reacondicionar hasta lograr el objetivo.

Ya en el año 1978 Martínez de Hoz cerró la fábrica de camionetas que funcionaba en el predio de
la empresa. Los que allí trabajaron fueron absorbidos por la Fábrica de Aviones y otros
indemnizados. Le era muy triste pasar cerca de esos galpones que quedaron totalmente vaciados.
Tanto trabajo, tanta gente y de golpe nada.

En ese tiempo Argentina tuvo un conflicto con Chile y un grupo debió viajar hacia el sur y otro,
en el que él estaba, fue puesto a disposición en turnos de 24 horas realizando tareas de
mantenimiento de instrumentos de equipos de los aviones. Luego de las 8 horas diarias que les
asignaban, complementaban de manera rotativa para que el turno esté cubierto. Por fin en
diciembre se resolvió.

Ese año pudo comprar su terreno junto a su esposa que también trabajaba en la fábrica pero en
otro sector.

Finalmente en 1980 se recibió de Técnico y entonces su sueldo mejoró. Se dedicó a los sistemas
automáticos de control. Había mucho trabajo que hacer. Recuerda que se incorporó la
computadora y era todo novedoso.

Durante 1982 fue aún mayor el trabajo que afrontaban. El movimiento de aviones de la Fuerza
Aérea era incesante y se los abastecía. Se destinaba un buen presupuesto. Ese período fue muy
productivo para él que hacía su casa y trabajaba horas extras en la Fábrica lo que hizo que
descuidara sus estudios de Ingeniería.

Al terminar la guerra de Malvinas ya no fue lo mismo. Las pérdidas fueron por doquier y
también afectaron mucho al material aéreo. Se retiró el gobierno militar y con la llegada de
Alfonsín en 1983 el trabajo menguó y había menos dinero. Los sueldos empezaron a ser bastante
bajos.

En el año 1987 por fin le tocó un nombramiento. Al cambiar de taller otros quedaron trabajando
en pista y él se dedicó a la reparación de equipos. Eventualmente ante el surgimiento de algo
puntual podían llamarlo de otro sector para intervenir por situaciones específicas. Con su
compañera terminaron de construir su casa.

En su trabajo no había sobresaltos, ni cambios significativos sin embargo si se produjeron
innovaciones al privatizarse la empresa en 1995. Acorde a su experiencia eso proporcionó la
posibilidad de ser más idóneos en todos los sectores, tanto en controles de producción, tiempos
como en otros factores. Estaban más atentos a eso lo que notó que impactó en la camaradería
que ya no era la de antes. De pronto a 900 trabajadores los indemnizaron cumpliendo la ley pero
ya no volverían y nadie consultó al respecto ni atinó a averiguar las razones.

Por algunos cambios no previstos volvió a su categoría anterior aunque al corto tiempo antes de
1996 lo asignaron en un puesto. No se explicaba por qué su amigo que reunía todas las
condiciones no fue seleccionado y en su lugar lo llamaron a él. Eso los tensionó a ambos. No es
que él no lo merecía o que se viera por ello obligado a rechazar una jerarquía aunque fue muy
incómodo ya que el pasó a ser el superior de varios trabajadores incluido éste gran compañero.

Un poco antes de 1998 fue momento de muchos paros y reclamos para que los sueldos mejoraran.
Le tocó ser transferido a otro lugar e iba sin conocer a nadie. Sin embargo el ambiente que se
logró con sus compañeros fue reconfortante. Todos estaban cualificados y hacían sus tareas en un
cálido clima de apoyo. En 1999 pasó a tener un trabajo de logística. Era de lo más interesante. A
él le otorgaron un cargo y se fue a otro sector.

En 2007 una vez más lo necesitaron para otra función y el aceptó. De palabra le dijeron que no
perdería su rango aunque no resultó así en los hechos. Justo se realizó un nuevo convenio que
incidió en el escalafón que cada uno tenía. En lo que a él tocaba intempestivamente volvió hacia
atrás en categoría y no entendía. En esos momentos fue como un trabajador que ingresaba sin
experiencia y le quedaban dos caminos, aceptar o renunciar. Continuó trabajando. Ese año
consiguió graduarse de Ingeniero.

En 2009 quiso participar de un concurso. Prefirió que en su sector no supieran y lo creyó justo ya
que nadie le había informado lo drástico de los cambios por los que tuvo que pasar no hacía
mucho. Luego de las entrevistas correspondientes, de 15 candidatos quedaron 5 después 2 hasta
que el elegido fue él. Cuando se lo comunicaron volvió a su sector a buscar las cosas y a avisar a su
jefe. Adiós sector. Ahora empezaba un recorrido con el trabajo de gestión y él se movía como en
su salsa.

Durante 2012 algunas cuestiones se reacomodaron. Hubo varias protestas por que los escalafones
que detentaban no reflejaban las trayectorias que tenían entonces las autoridades resolvieron que
mediante se acrediten algunos cursos fueran reescalafonados. A él se le reconoció el escalafón
medio.

Llegó otro concurso como especialista y mucho trabajo con los grandes aviones.

Se sucedieron más concursos que a él le interesaban. Se inscribió en uno y de pronto alguien del
gremio tomó novedad y vino a avisarle que no le correspondía presentarse debido a que no hacía
mucho había ganado otro. René en principio pensó en por qué no se había dado cuenta y no dijo
nada. Más al pasar las horas analizó todo y sí cumplía los requisitos y por primera vez pensó que
se lo estaba discriminando. Por esos días llegó el Presidente de la Fábrica al lugar para otras
tratativas. Lo avistó de cerca y no se intimidó en buscarlo para hacerle una consulta. Pudo
expresarle en corto tiempo que pensaba que estaba atravesando una injusticia y le pidió si lo podía
escuchar. Fue llamado al despacho así como también la jefa de RRHH. Allí brevemente relató
desde que había llegado a la empresa lo que le había afectado y sus proyectos actuales para
continuar haciendo lo que a él le gustaba y tanto había estudiado. A los pocos días fue notificado a
presentarse al concurso. Posterior a eso no supo más hasta que fue llamado para un examen
psicofísico. Al preguntarle al médico las razones por las que él estaba allí el mismo le dijo que
había ganado el concurso. Se enteró en dicha instancia a partir del Doctor y entonces se fue a
RRHH en dónde le confirmaron que hacía unos días él debió haberse presentado en su nuevo
lugar de trabajo. Lo desprolijo del asunto y el destiempo no impidieron que asumiera el trabajo
para el que estaba preparado.

A partir de ese momento detentó un cargo de supervisor. Si bien ya no volaba en un avión como
tuvo la posibilidad de hacer los primeros años de su carrera laboral inició un período en dónde
poner a valer sus conocimientos y experiencia en tareas muy importantes para él.

René a sus 7 años supo que le encantaban los aviones. Cuenta que fue gracias a una visita que
pudo hacer a la Fábrica de éstas majestuosas máquinas, con un familiar que trabajaba ahí. Allí fue
su primer contacto cercano con tan imponentes bellezas a las que él solía contemplar, sin que se
pierda una oportunidad, en pleno vuelo. Jamás nada le hizo olvidar el aroma de la pintura que se
usaba para engrandecerlos y lo magníficos que se veían esos grandes pájaros. Allí se enamoró.

No ha tenido hasta ahora un amor tan perdurable como éste ya que sus hijos aún no cumplen en
edad el tiempo que lleva embelesado por los aviones y tristemente su señora partió a la vida
eterna hace muchos años y eso lo atravesó en todos los sentidos.

Desde que se jubiló se pregunta si es feliz y que le falta para serlo. ¿Será que cuándo nos
apasionamos no sólo la vitalidad nos invade sino que hay un sentido de plenitud que nada puede
sustituir? ¿Qué experiencias harán en ésta etapa que pueda sentir que vuela o que es responsable
de un exitoso vuelo por haber ajustado hasta la más pequeña pieza?

Él con orgullo dice haber trabajado 41 años en la fábrica y que jamás ha llegado tarde…ni un solo
día. También sabe que ha hecho lo que más le gustaba y para él eso es lo más importante.

Ese transcurrir en vuelo

fue sublime y muy etéreo

Se guareció ya en el alma

y se escurrió entre los dedos.

Aunque a veces decaías

otras varias renacías

Supiste darte ovación.

Llévala en el corazón.

Nunca apagues el motor

que conduce desde lo alto

Pasea por mil paisajes

en tu viaje de descanso.

 

Sandra Mariel Cáceres Lic. En Psicología (Ministerio de la Mujer) – Cosquín – Provincia de Córdoba.  Relato del 14° Concurso SIN PRESIONES  Expresión Escrita de lxs Trabajadorxs                                                                    Organizado por el ISLyMA , 24 de agosto de 2023

El Jurado Expresó: Un trabajador de la Fábrica militar de aviones que transcurre su vida en esa fábrica pasando por innumerables funciones y tareas; así navega las posibilidades y situaciones que le va poniendo la vida dentro de ese lugar, tratando de acomodarse a diferentes situaciones porque sabe que eso es lo que él eligió hacer en su vida.

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