TÍTULO: METAMORFOSIS: Cuando parar las clases te convierte en clase
“…y un día, nadie se enfermó, ni al otro, ni al otro”
(Parafraseando a Saramago)
Mientras mirábamos tele con la heladera vacía, mientras la angustia de laburar en condiciones infrahumanas por 11 dólares al mes por la pantalla de tv hablaban de un tal Mazorín. Un Funcionario de Don Raúl, que había comprado 50 millones de dólares en pollos, y como no había donde ponerlos… …se pudrieron. En la heladera no había pollos….ni nada. Los maestros caíamos en depresiones, y en aquellos matrimonios en que los dos son maestros… …se multiplicaban.
Ese mismo día sale a la luz que un impuesto a las naftas que era para los jubilados era un “cuento del tío” y la famosa lotería de La Rioja que anunciaba que el Negro Olmedo… …dejó de pagar los premios.
Los pollos se pudrían…..mi heladera vacía y ni la lotería garpaba, en el norte no se pagaba ni con bonos. Los tucumanos recibieron solo el 25% “porque no hay plata”. No había wasap… …pero al otro día parecía que todos los maestros habíamos visto lo mismo: “La Argentina es un éxito, los Tidol, Bagon y Bonex dan ganancias del 40%” dijeron Grondona y Neustad. Esa noche fue fatídica, increíble. Se festejaba que la Sociedad Rural había organizado en el hotel Alvear Palace un desfile donde se vendían los vestidos de Chanel. Salió en vivo por la tele, ganábamos 750 Australes y un vestido se vendió a 35000 dólares unos 38 años y diez meses de mi sueldo. Una tal María Julia Alsogaray y Legrand hacían poses, estaban estupendas.
No sé si fue brujería, si el universo se alineó o si la luna estaba en Tauro, pero el pequeño sindicato docente, que era por municipio, llamó a Asamblea, hubo más de 2000 maestros, estaban las seños que nunca hacían paro, las directoras, estaba la seño Susy que en 25 años nunca faltó.
Susy pidió la palabra, le costaba caminar, estaba gorda y se sentía su respiración agitada, se dirigía al micrófono, lenta, recorrió los 50 metros y toda la concurrencia esperaba en silencio. Era como una especie de prócer que nunca faltó a dar clase. Su boca rojo carmín, flores regaladas por los chicos en el guardapolvo, los bolsillos desbocados de tanto que se cuelgan de ellos, un canasto de dos manijas con un tupper y un termo, en la otra mano la bolsa de las compras que hizo camino a la asamblea. Se ubicó frente al micrófono y dijo: ustedes me conocen, muchos de las que están acá fueron mis alumnas, saben que para mí hay dos estados del maestro: o trabajás o hacés huelga. Pero el gobierno nos inventó un tercero, para no pagarnos y que no protestemos. Te dejan faltar con solo presentando un papel manuscrito y así lo que hacemos es faltar para hacer otros trabajos, “falta lo que quieras, igual no te pago”, dice el gobierno. Llegamos al colmo de que los varones se toman el artículo 14 ch, es un día por mes, el día femenino y en el último año los varones los usan. El gobierno convirtió nuestra conquista en una moneda para cerrarnos la boca. Cada vez que los maestros depreciamos nuestra tarea, nos depreciamos a nosotros mismos. “No les pagamos el sueldo pero les regalamos un festival de faltas”, dice el gobierno.
Pensó en silencio la última frase: Los trabajadores de la educación tenemos sólo dos estados: o trabajamos o hacemos huelga. Propongo la huelga -resaltó- Fue una ovación.
La palabra de la vieja maestra nos atravesó, por la dignidad y también porque nos interpelaba: yo, varón, usaba el 14 ch.
El 14 de marzo decenas de delegados de escuela se reunían en la plaza, felices: nuestra tristeza, nuestro malestar, se empezó a convertir en lucha. Los padres se acercaban a decirnos que ellos también estaban de acuerdo. Y empezó. Pareciera que sólo empezaba una huelga más, pero lo que estaba ocurriendo era que los educadores nos reconocíamos como clase obrera. No hubo partes de enfermo.
El 16 de Marzo un sindicato de Bs. As.que se llama FEB, que fue el único que no intervino la dictadura y que reunía a unos 40000 maestros de las zonas agrícolas ganaderas, convocó a un paro por 48 horas… …pero resultó que las maestras no volvieron a clases a la hora 49 y fueron a las plazas de los pequeños pueblos, y las que estaban en zonas rurales hacían una ronda alrededor de la escuela… …pero no daban clase. El conurbano se sumó lentamente, municipio por municipio, escuela por escuela, turno por turno. Una rebelión artesanal.
El 18 de Marzo, uno de los de un gremio, le decíamos “Garcheti”, quiso hacer un acto en la Federación de Box para hacer un reclamo por carta documento y pedir audiencia con el gobierno, pero la condición era…volver a clases. Los maestros empezamos a chiflar y a revolear cosas, Garcheti se quedó en el palco con su carta documento y las maestras marcharon hacia Congreso.
La huelga crecía, pero ocurrió algo insólito, los profesores secundarios, que no estaban ni agremiados, se sumaron, escuela por escuela: era una primavera gremial donde florecían decenas de delegados y coordinadoras de escuelas. Se autopercibían la aristocracia docente, pero las maestras, obreras de la tiza, les recordaron que eran: éramos plebeyos. Somos. Las provincias estallaron de guardapolvos y el 21 de Marzo un joven maestro dijo: “esta es una huelga nacional, pero en el interior los capangas gobernadores nos aíslan y nos asfixian, Dios atiende en Buenos Aires, ¡hagamos que la Capital Federal se vista de blanco!”, y se convocó para el 25 de marzo a la primer Marcha Blanca. Miles de maestros viajarían como pudieran desde todo el país y nuestras casas se volvieron suyas. Nadie se enfermó, nadie usaba el 14 ch.
Estábamos agotados y sin un mango, cancelaron los pagos y las privadas amenazaban con despedir, los alquileres se vencían, pero no estábamos tristes ni deprimidos y encima Clarín se volvió un bombero loco: publica una foto de una reunión secreta de un tal Candesus, en Olivos. El tipo era el Presidente del FMI y le reclamo a Alfonsín que termine con esa huelga. Los maestros ponen en jaque el Plan Económico del FMI. “No afloje Raúl”, dijo… …y se fue en silencio. Los maestros empezamos a hablar del FMI y el arte popular inventó un cantito que se hizo masivo: “A ver a ver, quien decide los salarios, el pueblo unido o el Fondo Monetario”. Miles lo gritamos, a nadie le dolió la garganta. Nadie se quejó, por lo menos.
Al otro día de la visita secreta del FMI a Alfonsín, por cadena nacional, ordena volver a clases. Fue el 4 de abril de 1988. Encima nos trató de desestabilizadores porque un tiempo antes hubo un alzamiento militar, “el carapintada”. Fue un discurso inolvidable, nunca nadie hizo tanto para que nuestra huelga se tonificara, fue como un baldazo de nafta al fuego. Muchos padres se acercaban a las asambleas escolares para decirnos que no aflojemos y nacieron dos frases que se grabaron en las memorias de los luchadores: “Todos somos maestros”, y la otra era: “si ganan los docentes ganamos todos”. Y nadie se enfermó. Bueno, algunos problemas de salud hubo, pero parece que se focalizó en los que pretendían levantar la huelga en las escuelas privadas… …alguna nariz rota y algunos pelos pintados con aerosol… …Carneros les decían. No es bueno ir a trabajar con el pelo color verde, había un Comité de Convencimiento, y resultaron muy convincentes.
Recuerdo que el fiscal me preguntó si no había visto pasar corriendo, desnudo y con el pelo pintado con aerosol al dueño de una escuela privada. El ñato amenazaba a los maestros con despedirlos si no levantaban la huelga. Enviaba telegramas. Ese día me enfermé: perdí la memoria. Dicen que en estos casos, la memoria se recupera con una prescripción, pero me parece que no es prescripción médica sino legal. Lo dejamos para la próxima presentación.
La cosa estaba y se puso tensa y densa, así que organizamos una peña en la plaza, teníamos que juntar plata para pagar la luz de los más jodidos y parar la bronca de algún desalojo. Llevábamos más de 40 días de huelga. Pero nadie se enfermó.
Recuerdo que hubo un hombre, que llegó, trajo en cada mano un canasto rectangular de metal y en cada canasto 12 botellas de vino. Era misterioso, muy callado, se anotó como Juan en la lista para ofrecer su arte a estos maestros en huelga que querían juntar plata para sus compañeros que tuvieran urgencias.
Se bajó de un colectivo de línea y dijo que los muchachos del partido comunista y la Agrupación Aníbal Ponce y los estudiantes de la Santiago Pampillon le pidieron que colabore.
Se rifaban tortas, se vendían empanadas, hasta ropa usada. Juan, que dijo que venía a ofrecer flores, vino tinto y un homenaje a los maestros esperó el turno de los artistas. La seño Paula oficiaba de locutora y después de sacar el número de una bolsa, para nombrar al ganador de una pasta frola, que donó la panadera del barrio, llamo al primer artista: a Juan.
Juan subió con los canastos de vino, se sentó frente al micrófono, destapo una botella, sin apuro, como un rito y dijo : “la compañera locutora me agradeció que colabore y el agradecido soy yo”, dijo, “le agradezco esta caricia de hombres y mujeres que se juntan para defender a otros hombres y mujeres, así que permítame, señorita compañera y espero que no venga un marido enojado, a que le regale esta flor a usted, la flor de las luchas argentinas y una flor mil veces más bella que el cartón pintado de Chanel”. No tengo 35.000 dólares”, dijo, “pero tengo esta flor”, mientras simulaba que las flores salían de la botella de vino, “es mi florero y en el vino están los duendes que las cuidan”, resaltó.
El hombre no tenía nada en la mano, pero simulaba que tenía una flor. Se hizo un silencio, el hombre se quedó esperando que la locutora la buscara, con la mano extendida. La locutora no se animaba, y una maestra gritó: “¡Yo la quiero!” -Es tuya- respondió rápido el hombre -¿La viste?, es roja, va en tu pelo- y la seño la agarró -como si existiera-, y la colocó en su pelo. “¿Cómo se llama tu escuela?”, preguntó el hombre, “Juana Azurduy”, dijo otra, …y sacó otra flor imaginaria de su botella y se la regaló a la que respondió, y comenzó a hablar sobre Azurduy. La gente se sentó en el piso y el público femenino estaba hipnotizado con esta mezcla de poeta y de mago. El jefe de la CGT, Saúl Ubaldini del gremio cervecero decretó un paro general, gritó un militante. Rápido y agudo Juan tomo el guante y retrucó : Ojito con los duendes de la cerveza…….esos te entregan…….. No se ofenda compañero, pero lo que pasa es que después de un mes de huelga, la CGT del cervecero recién se acuerda que los maestros existen y se acuerdan porque todas las trampas no le funcionaron, dijo Juan. Debe ser que la cerveza se hace con máquinas y el vino se hace a mano con familias que cosechan y cuidan lo que hacen. Como las maestras con esta huelga………y el aplauso estalló.
En ese momento, paró y dijo que estábamos acá para compartir lo poco que teníamos con los que tenían menos, así que el que tenía ganas, cuando recibía su flor que salía de los duendes del vino, pusiera algo en la caja, para los compañeros que necesitan leche y pan de verdad.
El público femenino estaba enamorado. Los pocos maestros varones ya empezábamos a estar celosos, muy celosos. Confieso que nunca estuve tan celoso. El tipo le decía a las chicas que se le había caído la flor y la maestra hacía que la recogía del suelo y la olía. Mientras… la alcancía se llenaba.
Mi mujer ya tenía como cinco flores que sólo ella veía, las maestras pedían para su mamá y otras gritaban que no, porque la mamá estaba casada y estaba la tía soltera, y el hombre recitaba poesías. ¡Insoportable! El tipo no solo tenía toda la atención de mi mujer sino además de todas las otras chicas que andábamos miroteando, y encima todo el tiempo metía a la Aníbal Ponce, la lista contra. ¡Hasta mis hijas le pedían esas florsuchas truchas! A ver si los muchachos escuchan al señor… …capaz aprenden a decir algo interesante cuando hablan, dijo la gringa de la escuela N°32. Un desastre.
El hombre llevaba tres horas y nadie se movía, el tiempo pasaba, destapaba botellas de distintas flores y nadie se movía. No había nadie enfermo.
Parece que defenderse cura, que marchar protege, que organizarse inmuniza. Ese día nadie enfermó. Esa noche de poesía nadie se cansó. Y cuando le voy a pedir disculpas al resto de los artistas, por las demoras de este mago de la palabra, me respondieron: Estamos aprendiendo de don Juan, Juan Armando Tejada Gómez.
Las flores se terminaron cuando se terminó la última botella de vino, y mientras acomodaba sus cosas y reclamaba los envases que le prestó el almacenero, antes de bajarse confirmó “andan diciendo por allí que las maestras dejan de enseñar, cuando lo que pasa es que enseñan a luchar”.
Parece que esa huelga nos transformó, fueron 45 días de metamorfosis, nuestra cabeza fue otra, el canasto del mate de la seño Susy se habían llenado de volantes y no faltó a ninguna marcha. Tampoco paró de mandonearnos y retarnos por cantar groserías porque quedaba mal. Susy, que casi no podía caminar en la escuela, que se agitaba, marchaba y cantaba sin parar, contra el gobierno, su gobierno, su Raúl. Algunas lenguas decían que Susy antes era peronista y que no existía, que era un mito, decían que había desaparecido por Montonera y la patota militar habían sacado arrastrando de la escuela 56 del municipio de Gral. Sarmiento, junto con la Bonbon, fue durante el Proceso. ¿Justo la Susy Pertierra muerta?, si no para de nacer, si las vi después en el Puente Pueyrredón con Kosteky y Santillán, todos las vimos. Si se habían puesto una Wiphala y marchaban con las Cholas por El Alto. Chicas, que ganas de decir pavadas ¿Que le pusieron a un Centro de Salud y la Escuela su nombre?. Debe ser un error, nunca hubieran aceptado. Pero estoy seguro que estaba junto a Amelia Insaurralde, estaba el Paco Urondo, estaba Arancibia. Si siempre están, hasta en Caracas. Se las vio clarito dándole agua y aire a la muchachada de la primera línea en Chile, tenían gomeras y acorralaban a los milicos. Se quedaron como un mes en Santiago.
Siempre les gusto viajar mucho, organizaban las excursiones con los chicos. El otro día estaban con los cachetes pintados pidiendo por la caída de Bolsonaro. Vos miras una marcha y si prestas atención….están.
Bueno, que vos no las veas no quiere decir que no estén presentes. Mira lo que paso con las flores de Juan.
Gustavo Adolfo Godoy Cosquín - Provincia de Córdoba - Docente Jubilado
Relato del 12° Concurso Sin Presiones Expresión Escrita de lxs Trabajadorxs
Organizado por el ISLyMA – Córdoba setiembre de 2021
EL JURADO EXPRESÓ: Inmediatamente nos pone en clave de reflexión histórica. El contraste entre la pobreza y la suntuosidad del gasto superfluo inunda el texto. Ya en la asamblea todo fluye y resulta familiar… “Una rebelión Familiar” . El vino de Juan pone las cosas en su lugar. La magia asociada a la lucha tiene un conmovedor registro. Muy buen relato. Lleno de esperanza.